Escribe Daniel Blanco | publicado en politicaobrera.com
Luego del plenario provincial de obreros limoneros realizado el sábado 16, en el que se resolvió la formación de un movimiento autoconvocado, también se definió un programa de reivindicaciones y un plan de lucha. Este se concretó con una jornada de cortes en la ruta nacional 38 en la ciudad de Concepción, otro en Acheral (departamento de Monteros); corte en la ruta 307 que conduce a los Valles en la zona de Zavalía; corte en Famaillá, y corte en la Diagonal, una de las vías principales de acceso a Tafi Viejo.
Antes, como primer paso, una delegación presentó un petitorio al gobierno conteniendo los reclamos de un plan inter-cosecha de 35.000 pesos, sin cupos y por 6 meses y la obra social para toda la familia limonera durante todo el año. Cuatro delegados del plenario se entrevistaron con funcionarios, pero estos se negaron a recibir el petitorio y declararon que no iban a gestionar “el reclamo de cuatro personas”. No quisieron atender que ellos iban en representación de un plenario provincial de obreros limoneros, como les señalaron los compañeros. A la salida se hizo una conferencia de prensa que sirvió para publicitar los reclamos y a la propia coordinadora.
A partir de allí, por medio de asambleas, se pasó a definir la primera acción de lucha: un reguero de cortes de rutas en diversos puntos de la provincia.
En paralelo se producían varios hechos: la Multisectorial, que 10 días atrás había producido un corte de ruta de obreros limoneros, se borró de la escena a cambio de algunas prebendas. Por su parte, la agrupación “8 de Octubre”, vinculada a la CCC, que había anunciado el inicio de un plan de lucha reclamando un plan “Potenciar Trabajo”, también se borró. Sólo aparecieron en la recepción a Alberto Fernández, en su visita a la ciudad de Aguilares para inaugurar la instalaciones de un escuadrón de Gendarmería.
Por su parte, los dirigentes burocráticos de UATRE, del sindicato tabacalero, de la alimentación, de la FOTIA y FEIA rechazaron el subsidio de 7.000 pesos anunciado por el gobierno tucumano. En el caso de UATRE, iba a alcanzar sólo a 16.000 trabajadores cuando oficialmente la actividad ocupa a 40.000; y además se iba a cobrar por 4 meses, cuando la cosecha culmina en setiembre y se retoma en abril. El gobierno les respondió que iba a elevar el subsidio a 10.000 pesos, pero a esta altura, ya había trascendido la realización del plenario autoconvocado, lo que obligó a las burocracias a “radicalizarse”, planteando que rechazaban los 10.000, que reclamaban un subsidio de 25.000 pesos y se declaraban en estado de alerta. Posteriormente, en una reunión con el Gobernador interino Jaldo, la dirigencia planteó que reclamaban un subsidio de 30.000. Con todo esto pretendían crear expectativas de una negociación dura y de una lucha probable por medio de sindicatos reconocidos, procurando aislar a los autoconvocados. Esto produjo un impasse en algunos sectores, pero no frenó la concreción de la jornada piquetera de los limoneros autoconvocados.
En Tafi Viejo, la policía inició una provocación que terminó con la detención de un compañero de Política Obrera, lo que provocó el endurecimiento de los cortes, y finalmente obligó al gobierno a maniobrar, proponiendo una reunión con la Ministra de Gobierno pero solo si se levantaban los piquetes. La respuesta fue que se levantarían si liberaban al compañero detenido, cosa que ocurrió a los pocos minutos. En la reunión con la Ministra, esta recibió el petitorio, planteó que el viernes va a tener la lista de beneficiarios de los subsidios, y el próximo lunes los va a volver a citar. Es evidente que con la simulación de un proceso negociador quieren ganar tiempo hasta las elecciones, para después con las manos libres proceder como en años anteriores a imponer subsidios de miseria. Por eso, la dirección de la Coordinadora de Limoneros Autoconvocado va a realizar asambleas en los pueblos para preparar la segunda acción del plan de lucha: una nueva jornada piquetera, con cortes multiplicados, a los que se van a sumar pobladores y se va a avanzar en la coordinación con otros sectores rurales (los paperos y trabajadores del arándano, un sector de azucareros y del tabaco) si no se cumplen los compromisos asumidos.
Con la unidad obrera y la organización combativa, uno de los sectores más explotados de la clase obrera tucumana da el paso al frente.
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